miércoles, 12 de mayo de 2010

Objetivo


GRADO:
5 Y 6 de educación básica

LOGRO
Reconocer la importancia de los mitos y las leyendas para nuestra sociedad.

Pregunta generadora
¿ Que seria del mundo si no existieran los mitos y las leyendas?

El blog fue creado para .....

Este blog fue creado para conocer mejor las creencias (mitos, leyendas..) mas populares de nuestra cultura Colombia y de algunos paises del mundo.



Maria Alejandra Uribe
Maria Paula Uribe

Mitos y leyendas de Mexico

Leyendas Prehispánicas

La inocencia del alma no se pierde nunca.
Gente de todas las partes y de todos los tiempos han escuchado y seguirán escuchando con una diáfana ingenuidad, los relatos, las tradiciones, las leyendas y las antiguas crónicas; unas que apenas soslayaron ojos ávidos y torpes en antiguos códices ideográficos, esotéricos y misteriosos, otras que aún yacen olvidados en polvosos y húmedos archivos, entre pergaminos carcomidos, en escritura de tinta desleída y caracteres dibujados por acuciosos monjes y "lenguas" que llegaron al conocimiento de los dos idiomas que en su tiempo prevalecieron en lo que hoy es América.
Y aún nos queda la herencia que hoy tratamos de registrar y rescatar, que es el relato de los viejos, las tradiciones y mitos orales que se han venido repitiendo de generación en generación en un legado cultural que de ningún modo debemos esquivar y desaprovechar:
Y así, tradiciones, leyendas y mitos, una mitología asombrosa de hechos increíbles en los que se mezclaban hombres y dioses, estrellas y animales, elementos y movimientos telúricos, con el devenir de los antiguos pobladores del Anáhuac, se han ido eslabonando estas hermosas cuentas de abalorio, esta encajería de una urdimbre que aún nos deleita y nos asombra y nos pone a pensar si en verdad han ocurrido tantos hechos, unos sombríos y sobrenaturales otros, y el motivo por el cual ya no ocurren.

La llorona
La mujer Xtabay
Quetzalcoatl
La casa del trueno
La leyenda de los volcanes
La Atlántida
La leyenda del maíz
Leyenda de los Temblores
La Vainilla
Los primeros dioses
El pájaro dziú
El Mayab
La boda de la xdzunuúm
El chom
El cocay
La piel del venado
El Haninco
Guanina y Sotomayor
Los Aluxe
Cuando el tunkuluchú canta
La leyenda del Sol y la Luna
Los xocoyoles
La piedra de Juluapan


Leyendas Tradicionales y Coloniales

Muertos que regresan del más allá, fantasmas, apariciones diabólicas, castigos inexplicables y hechos sobrenaturales, muertos que resucitan, almas en pena y muchos hechos espantosos ocurrieron durante la época de la Colonia.
Pasó el tiempo, y las gentes que por curiosidad leían o escuchaban los relatos espantables de los días en que nuestra Capital era la Capital de la Nueva España, dijeron que todo habían sido supercherias, invenciones de gentes oficiosas, de mentes predispuestas y lo que fueron ocurrencias, sucesos verdaderos avalados por las autoridades de su tiempo, se convirtieron en sabrosos cuentos y leyendas.
Hoy, ante la ocurrencia de nuevos y portentosos hechos similares a los ocurridos hace siglos, la ciencia moderna los ha aceptado y catalogado dentro de algo que llaman parasicología, telequinesis, paranormal e inexplicable, aceptando y ratificando estos sucesos que parecen no ser más que la repetición de aquello que se negaron a aceptar hace algunos años.
Estos pues, son los relatos basados en investigaciones, en consultas de antiguos y carcomidos documentos que duermen el sueño del olvido en apolillados anaqueles de los archivos de Indias de Sevilla y en los archivos oficiales del país. Quizás se les ha agregado un poco de fantasía, algo de sabor para evitar lo frío, lo macabro y amargo de un relato, pero sin desvirtuar ni menguar el meollo del asunto.

La calle de la quemada
El fantasma de la monja
El señor del rebozo
El puente del clérigo
El callejón del muerto
El armado
Leyenda de Juan de Ruiz
Aparición de un anima del Purgatorio
Un Fraile que no se mojaba
Milagro y Cataclismo
El Señor de la Santa Veracruz
La Virgen de Tecaxic
La Virgen de los Remedios
El Tesoro de la Cueva del Manzano
Los Bandidos de Agua Zarca
El Tesoro de la Peña del Valle
Un Saludo al Tesoro del Nevado
Las Momias del Instituto
Las Costillas del Diablo
El Jinete sin Cabeza
El Mole Poblano
Huitzilopoxtli
El Murciélago
El Callejón del Beso
El cerro de la Bufa

La bruja de Escazú, la "María Negra"

Cuenta la leyenda que esta bruja era negrita y una de las últimas brujas del pueblo más renombradas, que habitaba al norte de la Iglesia del centro de Escazú.
Se dice de ella que una madrugada fue descubierta por su abuelo Talí completamente desnuda, en media quebrada que pasaba atrás de su casa, y en trance. Al sentirse descubierta, le dijo la hechicera a su abuelo que a nadie le contara lo que había visto. Paternalmente él le respondió: "Oh, María, ya está haciéndole daño a alguna persona". Pasado algún tiempo, el abuelo contó el hecho a algunos vecinos de su confianza y se dice que pocos días después fue castigado por la maldición de su bruja nieta; pues comenzó a darse cuenta de que a medianoche caían algunas boñigas sobre el tejado de su casa y las vacas desaforadas pataleaban y parecía que iban a romper los horcones y barandas de la casa. Salía a ver lo que pasaba... y nada había de raro; todo tranquilo, pues sólo se percibía el olor de las boñigas.
Días después, en un descuido del abuelo Talí, uno de sus pequeños fue hallado muerto a causa de una golosina inofensiva que lo había ahogado. Y para peores males, cuando tenía que ir allá por El Jaboncillo, cerca del sitio del Hatillo, a desyerbar la siembra, al pasar por la casa de la maléfica mujer se le ponía atrás una chancha grande y negra con su cría de chanchitos que le mordían las piernas y lo perseguían a su antojo. Talí se defendía con su cuchillo, pero no lograba ni ahuyentar ni matar a los animales; tal su agilidad sobrenatural. Esto duró unas semanas después, hasta que murió la bruja; y agrega la leyenda que ese día tembló muy fuerte y con retumbos y que la vieja casa de barro de María la Negra se desplomó, quedando totalmente destruida por el sismo. De ahí en adelante, el abuelo Talí gozó de tranquilidad completa y permanente.

El Rey de los Tapires

Igual que los cerdos de monte y los venados, los tapires tienen también su rey. Una vez dos indios fueron a cazar al bosque, llevando cada uno su arco y sus flechas. Se encontraron con un tapir blanco y trataron de matarlo, pero no tuvieron éxito. Ambos echaron a correr detrás del animal, pero perdieron sus huellas, y uno de los indios desapareció sin que se supiera cómo. El otro lo buscó por todas partes pero no lo encontró. Entonces volvió a su casa y preguntó por su compañero, y como no había regresado, todos pensaron que había caído en una trampa y había perdido la vida.
Pero el desaparecido corrió y corrió detrás del tapir hasta que lo perdió de vista; entonces se paró para descansar. Pronto sus oídos percibieron el canto de un gallo. Creyendo que se encontraba cerca de alguna casa, se acercó para ver y se encontró con un palenque muy grande. Entró en el palenque y se halló en la presencia de un hombre de fornida apariencia. "Heme aquí, ¿quién eres tú?" dijo el indio. Y el otro contestó: "¿A qué has venido?" Entonces el indio cazador le contó cómo había apuntado a un tapir y cómo lo había perdido. En respuesta el hombre del palenque le habló en estos términos: "¿Por qué haces un juego de cacería? Cuando dispares hazlo para matar, de manera que la pobre bestia no caiga herida para ser comida por los gusanos".
"Sin embargo, veo que estás cansado; pasa y siéntate". Le trajo la chicha y le dio de comer carne del tapir al que el cazador había disparado sin alcanzarlo, pero que el dueño de la casa había matado.
Y después que hubo descansado, bebido y comido, el cazador dijo que ya había hecho una visita bastante larga. El anfitrión le contestó: "Toma este pedazo de la caña y plántalo en tu casa, y cuando la caña crezca hasta su tamaño natural otra vez, entonces, pero no antes de eso, podrás hablar otra vez".
Cuando el cazador volvió a su casa, no pudo decir una palabra y entonces sembró la caña; y ésta creció, y cuando hubo alcanzado su tamaño normal, el cazador pudo hablar otra vez y contó a todos lo que le había pasado.
El hombre a quien había visitado era el rey de los tapires y por eso le había tratado así.

Mitos y leyendas de Costa Rica


Parte de nuestra idiosincracia costarricense, son las leyendas de muertos, aparecidos y milagros de personajes reales o inventados que la gente de antaño recreó en situaciones extraordinarias, ya sea para dejar una enseñanza al oyente, casi siempre los niños, o para exagerar la realidad. Son Narraciones o relatos de sucesos fabulosos, a veces con una base histórica, que se transmiten por tradición oral o escrita.

La Carreta sin Bueyes
El Padre sin Cabeza
La Cegua
El Cadejos
El Diablo
La Tulevieja
La Muerte
El Mico Malo
La Llorona
Los Duendes
La Procesión de las Animas
El Cristo Negro de Esquipulas
El Diablo de Puente de Piedra
La Leyenda de Iztarú
Rincón de la Vieja
La Negrita
La Piedra de Aserrí y la Bruja Zárate
La Yegüita
El Paso de la Vaca
La bruja de Escazú, la "María Negra"
El Pirata sin Cabeza
El Jinete sin Cabeza
Creación de los Sikuas
La cuesta del toro
La Leyenda del Volcán Turrialba
Eskameca y Tenori
La leyenda del Poás
La leyenda del Barva
La leyenda del Zurquí
La leyenda del Irazú
El rey de los chanchos
Los duendes del bacín
Las hormigas de Nandayure
El Rey de los Tapires
El árbol matasano
La fuente del sacrificio
La piedra del encanto
La piedra de San Isidro
Los Muerras
El niño que salvó a Guanacaste

miércoles, 5 de mayo de 2010

LA MUELONA




Antes de convertirse en endriago, la Muelona fue una mujer esbelta que animaba pendencias y garitos. Sabía leer la suerte, gozaba con las peleas de los gallos y sobre todo enloquecía a los hombres con su voz nocturna y risa salvaje.
Ahora, celestina de los bosques, vaga por entre los ríos, acecha sigilosa por entre los pantanos, las encrucijadas y los árboles de tronco podrido. Bella como antes del hechizo, con la risa fastuosa y la voz de contralto, atrae de nuevo a los hombres. En noches sin estrellas, en crepúsculos estremecidos por la lluvia, los llama con insinuaciones de abismo. Entre los susurros y las adormideras, allí los devora con los dientes de bestia y la mandíbula feroz.